viernes, 26 de diciembre de 2008

Reflexión acerca de la juventud eterna.

El paso del tiempo es inminente, por lo menos para mí, así que en estos días he estado pensando un poco acerca de cómo mantener la poca juventud que me queda. Antes me asesoré con unos librillos de Albertito Einstein, pero como era muy largos y complejos, no los terminé.
Una cosa es cierta, no existe la fuente de la juventud en forma de cascadita que nace de una vertiente, eso es una falacia inventada para engañar a la gente deseosa de seguir joven eternamente.
La posta está en mantenerse en un determinado espacio que determina un tiempo exacto y eterno, para ser mas explicita les voy a dar el ejemplo preciso.
Si uno se toma un avión y viaja a la velocidad que la tierra hace la traslación quiere decir que el tiempo no pasa. Eso quiere decir: que sólo harían falta dos pilotos con la aptitud necesaria para poder mantenerse en la velocidad correcta durante todo el tiempo que uno quiera mantenerse joven.
Esto además de servir para mantener la juventud eterna también sirve para alcanzar la edad de otras personas, por ejemplo, uno quiere una historia amorosa con un jovenzuelo de 15 años… pero no da, así que se embarca en el avión durante 20 años y plop, baja y el jovenzuelo ha alcanzado la edad justa. O también se puede ir a favor del sentido de la traslación de la tierra y así ganar años, en este caso, se debe ir más rápido que el movimiento en sí, mientras más rápido se viaje en menor tiempo se adquieren mas años. Perdón si me estoy poniendo muy teórica.
Eso sí, el tiempo no se puede volver atrás sólo mantener o adelantar, así que hay que ser muy consciente de la edad que quiere mantener.
Dicha la teoría, el único impedimento para seguir joven, es el económico, como mantener un avión durante años volando, pagar 2 o más sueldos, AFIP, Municipalidad, DGR, ART, y que se yo que cuanto más. IMPOSIBLE, tendré que seguir envejeciendo nomás.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimada: muy acertada su reflexión.
Basada en sus mismas fuentes, es decir, usted misma, su vecina, su hermano, sus amigos, etc., se me ocurrió si pudiera usted reflexionar acerca del siguiente tema que me preocupó este fin de semana: En general, el perro promedio de las localidades turísticas, es menos agresivo, más compañero, más simpático, menos perseguidor y ladrador que el perro callejero tipo de una ciudad, por ser educado para recibir bien al turista?

Agradecería mucho su reflexión al respecto, como siempre, no hace falta que cite ninguna fuente... alguien tenía que ponerse a pensar de todas formas.

Atte.

Romina (cuánta formalidad, por dioz)

Daniel dijo...

Eh Andrea,

Esta reflexión me gustó. Tiene sustancia; no porque esté bueno parar la máquina del tiempo, sino porque... la mayoría de las veces, más nos cuesta algo que no tenemos y suponemos bueno en vez de disfrutar lo poco que tenemos.

Un saludo grande (no besos) y gracias por tu reflexión,

Daniel Spontón.

anagg dijo...

Muy teórico lo suyo señorita, pero pienso en eso de viajar en dicho avión:
Primero para que mantenernos jovenes si nadie nos puede ver?
Salvo que nos enganchemos al piloto pero sin distraerlo demasiado (a ver si hace una mala maniobra!) o a algun otro tripulante de a bordo.
Como la física no es lo mío voto por envejecer o cirugias esteticas, pero claro se corre el riesgo de perder la identidad y terminar perteneciendo a la hermandad de las estiradas!
Yo si le mando un beso aunque no le guste.